El desperdicio de comida es un tema importante que se ha tomado con seriedad por organismos internacionales tales como la Organización de las Naciones Unidas, pues a nivel mundial enfrentamos una crisis económica y poblacional que repercute de manera directa a la industria alimentaria, misma que se ha visto rebasada por la demanda actual.
Se estima que cada año se pierde o se desecha aproximadamente un tercio de la comida producida en todo el mundo para consumo humano, unos 1 300 millones de toneladas; tan solo en América Latina, la cual cuenta con un gran número de personas que viven en pobreza extrema, se desperdician al rededor de 225 kg de comida por persona al año.
Ante tan grave situación, y como un acto de responsabilidad, te proponemos algunos tips que los organismos internacionales promueven para disminuir el desperdicio de comida en nuestros hogares.
1. Planear el menú semanal
Preparar un menú semanal no sólo te ayudará a organizarte, sino a poder estimar específicamente la cantidad de personas que comerán, definir las porciones y también seguir una dieta variada y que condicionará lo que se vaya a consumir.
2. No confundas la fecha de caducidad con la de consumo preferente
La fecha de caducidad marca el momento a partir del cual los alimentos no se deberían de consumir dado que pueden suponer un riesgo para la salud. Se recomienda especialmente respetar estas fechas en productos como carne, pescado y huevos. La fecha de consumo preferente, sin embargo, es una fecha orientativa que indica el momento a partir del cual el fabricante de un determinado alimento deja de garantizar que algunas características como el olor, el sabor o la textura sean las óptimas.
3. Organiza tu refrigerador
Coloca los alimentos crudos en los estantes inferiores, que es la zona más fría. En el estante superior, sitúa lácteos y huevos. Reserva la parte central para los alimentos cocinados o listos para el consumo. Abajo, generalmente suelen ser cajones, verduras y hortalizas y en la puerta coloca aquellos productos que no necesitan mucho frío.
4. Utiliza recipientes transparentes para almacenar las sobras de comida
Esto servirá para que puedas conocer qué es lo que tiene cada recipiente y puedas consumirlo antes de que se descomponga. Ten en consideración siempre calcular las porciones y evitar a toda costa permitir que queden sobras de comida.
5. Hacer recetas con alimentos crudos
Suelen ser sencillas de preparar (como las ensaladas o cocteles) y al no precisar cocción, ahorramos energía y es menor su huella de carbono.
6. Reutilizar alimentos ya cocinados en nuevas recetas
Si tienes sobras de pollo, carne, pasta u otro tipo de alimentos de los cuales te hayan quedado sobras, puedes utilizar tu creatividad para construir con ellos nuevas y deliciosas recetas, permitiendo que la comida previamente hecha pueda ser consumida, sin desperdiciar absolutamente nada.
7. Llevarnos a casa la comida que nos sobre en el restaurante
Si por alguna razón sobra comida que hayas pedido en algún restaurante, siempre pídela para llevar, pues es muy seguro que tus sobras terminen en un bote de basura. Intenta aplicar el punto número 6 con estas sobras, o de lo contrario, puedas consumirlo al día siguiente.
8. Revisa los alimentos almacenados en casa
Mantén siempre vigilada toda la comida que tengas en casa, procurando dar salida a los alimentos que estén por caducar y teniendo siempre énfasis en aquellos que tiendan a ser más perecederos que los demás.
9. Ajústate al presupuesto de alimentación
Planea siempre tus compras; si compras más productos de los necesarios y los acumulas, terminarán dañándose. Tirar comida equivale a tirar dinero.
10. Programa adecuadamente la temperatura de tu refrigerador
El refrigerador no debe estar a una temperatura mayor a 5ºC y el congelador a -18ºC, por lo que deberás ajustar el termostato en caso de que no se encuentren en estas temperaturas. También, para mantener esta temperatura estable y no desperdiciar energía, es conveniente no sobrecargar, no abrir en exceso la puerta, ni durante mucho tiempo.