Cultura

Juana Inés: una musa de la cocina mexicana

La cocina representaba un lugar de "castigo" dentro del convento de San Jerónimo, pero ella descubrió su alquimia para crear sus "filosofías de la cocina".

Juana Inés de Asbaje Rodríguez de Santillana fue una mujer excepcional en todo sentido. Religiosa, escritora, poetisa, mística, cocinera; una mujer que hay que analizar y desmenuzar como a la carne más suave de algún platillo para comprender su sobrenombre de La Décima Musa. Su vida resulta fascinante y el legado que ha dejado en la filosofía, poesía y cocina siguen siendo motivo de estudio, consulta y entendimiento en la actualidad.

Gracias a su polifacética personalidad, su incesante evolución y la capacidad de apropiarse y aprender de todo lo que realizaba en el convento de San Jerónimo como tareas asignadas, halló en la cocina conventual un refugio donde pudo conocer la magia y la alquimia, recopilando conocimientos y creando así un recetario. Y aunque muchas de estas recetas son solo transcripciones de recetas que ya eran preparadas en el convento, algunos ingredientes no contemplados eran agregados por ella para experimentar con las recetas e incluso algunas de estas son de su propia autoría.

La musa dejó un legado con 37 recetas que representan una muestra del mestizaje en aquella época. Incluye desde un clemole oaxaqueño, un dulce de jericaya o hasta un turco de maíz cacahuazintle. Ingredientes de la cultura árabe, europea, náhuatl y taína.

El recetario está escrito de una manera muy simple; los buñuelos de requesón o las pollas portuguesas son algunas de las recetas que podremos encontrar en este compendio, que son muy breves y concisas.

Convento de San Jerónimo

Actualmente este recetario representa una joya histórica que simboliza mucho para el patrimonio cultural de nuestro país, además de que almacena en sus hojas otro legado invaluable más que Juana Inés de Asbaje entrega a la humanidad, para vivir en ellas, en sus recetas, por toda la eternidad.

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