Cada día son más cercanos los casos de familiares, amigos o conocidos que enfrentan una lucha contra el cáncer, una enfermedad presente en todo el mundo y que se relaciona con la interacción de factores genéticos, hormonales, estilo de vida, tensiones emocionales, y por su puesto: una alimentación inadecuada.
He preguntado a amigos y familiares doctores, todos coinciden. Medicina tradicional y alternativa ofrecen un sin número de tratamientos y en todos los casos la alimentación siempre será punto clave para la recuperación de células sanas en el cuerpo. Aunque en todos los casos, las razones y las circunstancias sean distintas.
Personalmente pienso que los alimentos siempre pueden o no estar de nuestro lado, dependiendo del uso que les demos. “Somos lo que comemos” es una frase muy trillada pero vale la pena tomarla en serio.
Ya existen pruebas científicas a cerca de alimentos que tienen propiedades anticancerígenas, denominados alimentos funcionales, con compuestos bioactivos que tienen una actividad biológica dentro del organismo y otorgan muchos beneficios para la salud.
Ejemplos de estos compuestos activos, algunos de ellos con gran capacidad antioxidante que evitan el crecimiento y la proliferación de células tumorales, son los presentes en las coles; la vitamina A de la zanahoria o el melocotón; los flavonoides de los cítricos, piña o pera; el licopeno del tomate, sandía o fresas; la presencia de antocianinas y fenoles en uvas, ciruelas o berenjenas y el alto contenido en luteolina de lechuga, melón o espinacas.
Este mes, en el que mundialmente reconocemos a todas la mujeres valientes que luchan contra el cáncer de mama, queremos compartir algunos alimentos que previenen y nos protegen contra esta enfermedad, como una muestra de nuestra de nuestro apoyo y fortaleza.
- JITOMATE: El consumo de su compuesto activo licopeno reduce la incidencia de patologías cancerosas, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. El licopeno y la tomatina tienen una alta capacidad antioxidante que evita que procesos de degeneración celular deriven en cáncer.
- TÉ VERDE: Tiene múltiples propiedades gracias, sobre todo, a los polifenoles. Es anticancerígeno y antioxidante.
- ACEITE DE OLIVA EXTRA-VIRGEN: Potente arma contra algunas líneas celulares de cáncer de mama al descubrirse que reduce de forma drástica los niveles de determinados oncogenes que están en el 30% de las pacientes que desarrollan una forma muy agresiva de la enfermedad. Investigadores del CIDAF han encontrado, en experimentos in-vitro, que los esos efectos pueden ser debidos a la presencia de algunos compuestos minoritarios en el aceite, como son algunos compuestos polifenólicos.
- TRIGO: La fibra del pan y cereales integrales, como el centeno, acelera el tránsito intestinal y arrastra las sustancias cancerígenas que puede haber en el conducto digestivo previniendo el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas protege contra el cáncer de páncreas y de mama
- BRÓCOLI: Numerosos estudios demuestran que el sulforafano ( reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.
- GRANADA: Rica en antioxidantes ayuda a prevenir el cáncer de mama. Pero también es rica en ácido cítrico (de acción desinfectante, alcaliniza la orina y potencia la acción de la vitamina C), málico, flavonoides (pigmentos de acción antioxidante) y los taninos. Estos últimos son sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias. Otros estudios han demostrado cómo el jugo de granada puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer de próstata y la osteoartritis.
- CÚRCUMA: Esta especie es uno de los ingredientes del curry amarillo y constituye uno de los antiinflamatorios naturales más potentes. Utilizado como colorante su principal constituyente es la curcumina. Tiene cualidades antiinflamatorias, antitrombóticas, hipocolesterolemiantes, hepatoprotectoras, antimicrobianas y antioxidantes y anticancerosas. En laboratorio se ha comprobado que la curcumina inhibe el crecimiento de un gran número de tumores como los de colon, hígado, estómago, mama, ovarios y leucemia, entre otros. Como factor preventivo de esta enfermedad, es un gran aliado ya que favorece la eliminación de sustancias cancerosas, ayuda a nuestro cuerpo a producir sustancias anticancerosas como el glutatión y tiene un gran poder antioxidante (en algunos estudios se habla de que es hasta trescientas veces más potente que la vitamina E).
- SOYA: Las mujeres de países asiáticos suelen presentar una menopausia más tardía, con menores trastornos y con un menor índice de problemas de osteoporosis, hecho que diversos estudios epidemiológicos han ligado a su alto consumo de soya, una fuente importante de vitaminas, proteínas, minerales, fibras vegetales, lípidos e isoflavonas. Sin embargo, científicamente se ha examinado minuciosamente si su uso puede estar relacionado con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de mama.
- ALOE VERA: El catedrático Francisco Macías explica que existen estudios sobre el efecto del jugo de aloe vera puro para prevenir y atacar la fase incipiente en cáncer de pulmón y páncreas. También ayuda, en los tratamientos de quimioterapia, a curar las llagas de la boca y las capas de epidermis de estómago e intestino. Además, su alto contenido en germanio ayuda al sistema inmunológico .
- SETAS: Utilizadas más por la medicina oriental, existen estudios en China, Japón y Estados Unidos sobre algunas propiedades anticancerígenas.
Cada año 1,38 millones de casos dan como resultado unas 458 mil muertes, pero por fortuna si este cáncer se detecta a tiempo se puede curar.
Seamos concientes de nuestro cuerpo y tomemos acciones preventivas en todo momento.
Si conoces a alguien con éste padecimiento comparte esta nota en su muro y únete a la lucha.