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Cámill, donde la repostería y la panadería se vuelven una experiencia

Desde panes, postres, flanes, petit fours hasta pasteles gourmet, son las cosas que se podrán encontrar en Cámill, listas para entregar, además de un producto de calidad, una experiencia inolvidable.
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Dentro de las calles y rincones de Acapulco se esconden lugares que cuentan con un encanto que les caracteriza, mismo que los hace únicos, especiales y todo un must have para visitar. En esta ocasión, hemos emprendido nuestro camino foodie para toparnos con Cámill pastelería y repostería.

Ubicado en Comandante Baresfold en el fraccionamiento Costa Azul, Cámill se asoma a través de sus vitrinas para mostrarnos el resultado de horas de esfuerzo y horneado: pan recién hecho, listo para llevar, en donde podremos encontrar de todas formas y sabores como trenzas, cuernos, pan danés, donas, strudels, baguettes, muffins, pasteles; así como bebidas frías o calientes. En sus casi siete meses de haber abierto sus puertas, aprovechan cada día que transcurre para poder reinventarse y entregar al público productos de calidad.

Pan recién horneado. Foto: Santana López – MMMG

En mi intento por explorar lo que Cámill esconde en sus exhibidores, me topé con gran variedad de panes dulces que todos conocemos de vista, pero que su sabor nos refleja la personalidad del lugar ya que este pan se prepara de maneras muy peculiares, con ingredientes selectos y técnicas especiales, para entregar pan gourmet a todos sus clientes.

Algo que llamó mi atención fue que cuentan con panes salados que son imperdibles para todos los que visitan este lugar, pues al menos en Acapulco, encontrar piezas bien confeccionadas como estas son todo un reto que Cámill ha decidido tomar y el cual ha tenido muy buen resultado. Dentro de nuestra recomendación es el muffin de pizza, el cual cuenta con jamón, queso manchego y salsa pomodoro que contrasta con la suavidad y consistencia del pan, el cual puede degustarse con gran tres tipos de salsas con las que son acompañadas: marinara, verde y catsup.

Muffin pizza y de cebollas caramelizadas. Foto: Santana López – MMMG.

Además de este muffin, cuentan con otro más que está hecho con cebollas caramelizadas, el cual tiene una consistencia suave, un crunchy muy sutil por las cebollas y un balance entre dulce y salado que le va muy bien al pan; a opinión personal, este muffin debería ser acompañamiento de nuestra sopa favorita, porque el sabor es tan noble que estamos seguros que combina con todo.

Cabe resaltar de Cámill es que además de panadería, su otro fuerte es la repostería. Aquí podremos encontrar gran variedad de pasteles y petits fours que además de ser muy bellos visualmente, son realmente deliciosos.

En esta visita, probamos cinco diferentes postres que tienen un tamaño apropiado para poder disfrutarse tranquilamente con un café. Empezamos a explorarlos con el flan napolitano, el cual tiene una consistencia muy suave y palatable. Lo que nos encantó de este flan es que no tiene la misma textura que cualquier otro flan común, este tiende a ser más caseoso, lo que le da una sensación de estar comiendo un mini pastel de queso. Este flan puede acompañarse de un café latte frío, que le combina muy bien a la textura, la temperatura y la composición del postre.

Postres, pasteles y petit fours de Cámill. Foto: Santana López – MMMG.

El segundo postre que pudimos probar fue un pastel de tres leches relleno de frutos rojos, que con su cobertura blanca adornada con frambuesas y moras azules escondía un centro increíble. Si bien el pastel de tres leches es incónico dentro de la repostería mexicana y su característica que consta de un pan húmedo muy dulce, este pastel de tres leches cuenta con una humedad y un dulzor muy balanceados; lo suficientemente húmedo para poder identificar la textura del pastel y lo suficientemente dulce para no empalagar. Además, el centro de frutos rojos le daba el toque final a este pequeño pastel, el cual podríamos decir que era lo que armonizaba con toda la construcción de este postre: ácido, dulce y fresco, un contraste no solo de sabores, sino de colores dentro de este pastelito.

El bizcocho de vainilla con relleno de Oreo fue el tercer postre que probamos. Y si bien se puede pensar que este pastel podría ser una bomba azucarada, con el primer bocado quedamos completamente sorprendidos, pues su dulzor está tan balanceado para permitir que puedas seguir comiéndolo sin empalagar e incluso que puedas degustar tus bebidas sin que las papilas gustativas se saturen del sabor dulce; además de que el bizcocho se presenta sin cobertura, permitiendo que las texturas puedan ser variadas a la hora de comerlo. Este es un postre para los amantes de los pasteles de Oreos, además de que le puede ir perfecto a un capuccino, disponible en la barra de bebidas de Cámill.

Flan napolitano. Foto: Santana López – MMMG.

Un pastelín de chocolate relleno de avellana llegó a nuestra mesa, el cuarto de los postres que probamos, el cual estaba hecho de chocolate y avellana de principio a fin: pan de chocolate, relleno de avellana, un toque de nuez y una cobertura de chocolate. Aquí pudimos identificar diferentes sabores y notas de chocolate que nos hicieron amar a este patelín. Personalmente soy amante del chocolate, lo que coloca a este postre como uno de mis favoritos del día. Mi recomendación personal es que este pueda tomarse con algo muy fresco y que no sea tan dulce, como lo es el té de naranja y frutos rojos que tienen dentro de su barra de bebidas, el cual le combina perfecto, no satura las papilas y hace resaltar los sabores profundos del chocolate con el que está hecho el pastelín.

Por último, tuvimos la oportunidad de probar nuestro quinto postre y este fue el llamado “Nube”. Su textura hace referencia a su nombre, pues se trata de un mousse de la crema irlandesa Baileys y un mousse del licor de café Kahlúa, los cuales son colocados sobre un bizcocho de avellana, bañado por un poco de chocolate líquido y decorado con chantillí y moras azules. Estos mousses son sumamente suaves, tan suaves que se pueden disfrutar en cada bocado, permitiendo identificar los sabores acaramelados, lácteos, muy similar al chocolate y muy sutilmente alcohólico por los licores con los que está confeccionado. Personalmente este fue mi favorito, no solo por su textura que es palatable y muy delicioso, sino por los sabores que logran hacer de este postre algo increíble; no por nada es de los mas vendidos en Cámill.

La Nube. Foto: Santana López – MMMG.

En Cámill también podremos encontrar, como lo dije antes, panadería selecta y especializada. Los días miércoles y sábados cuentan con pan vegano y pan de masa madre a partir de las 14:00 horas para todos sus clientes que requieren un producto especial a sus necesidades; de igual forma cuentan con pan integral y de centeno que realizan sobre pedido.

Tuve la oportunidad de probar un pan de vino tinto con arándanos que se encuentra disponible en sus vitrinas y que creo todos deben probar. Este pan, con un ligero color terracota y un olor frutal y ligeramente fermentado característico del vino y la levadura, es perfecto para poder hacer tapas con él. Pude probarlo solo, con queso crema, con mermelada de chabacano y también con una compota de frutos rojos hecha por la casa. Cabe mencionar que de la forma que se pruebe, los sabores resaltan en este pan que es suave, delicioso y muy bien elaborado; a opinión personal le iría muy bien un poco de queso de cabra y jamón serrano, prosciutto e higos. Resalto que las tapas no se encuentran disponibles en el menú de Cámill, pero si se piden en la caja, se puede elaborar a elección del cliente.

Pan recién salido del horno. Foto: Santana López – MMMG.

Y por si fuera poco, aquí podrás encontrar un lugar donde el pastel de tus sueños se pueden volver realidad, ya que se encuentra disponible el servicio confección de pasteles, los cuales siempre requerirán ser solicitados con anticipación, sobre todo si se requiere el uso de fondant, ya que Cámill utiliza técnicas especiales para la manipulación de sus insumos para poder entregar a sus clientes pasteles de calidad y que conserven su integridad desde el momento que son entregados hasta que llega a su destino final.

Todos los días se hornea el pan para procurar la frescura que se le entrega a los clientes. Sin embargo, si deseas encontrar a la tienda surtida, te recomendamos visitarlos a partir de las 11:00 horas, cuando todas sus vitrinas se encuentran llenas de pan recién salido de los hornos.

Conoce su menú aquí y síguelos en Facebook.

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