#DóndeComerEnAcapulco

Día de Muertos, una tradición con sabor

El Día de Muertos es una de las festividades más representativas de la cultura mexicana que ha logrado captar la mirada y la atención en todo el mundo por sus elementos,  colores, solemnidad y belleza que se encuentra inmerso en estos tres días de culto a aquellos que ya no se encuentran entre nosotros. Los mercados y las tiendas se llenan de colores característicos de estos días: naranja, amarillo, negro, blanco y morado; de igual manera el pan de muerto, el papel picado, las catrinas y las flores hacen presencia en los escaparates rústicos de la ciudad.

cristian-newman-43739-unsplash
Fotografía por Cristian Newman en Unsplash

Hablar del Día de Muertos es realizar una conexión directa entre el mundo actual con nuestros ancestros, los primeros pobladores de México y su tan sublime culto a los dioses de la muerte, pues si bien sabemos, la muerte para las culturas prehispánicas como para otras culturas del mundo, es sólo un paso más en la vida eterna del alma humana, también es hablar de algo que trasciende más allá de una festividad y parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pues son días sagrados en los que los Señores del Inframundo dan permiso a los espíritus para convivir en el mundo de los vivos, siendo atraídos por uno de los símbolos de amor más bellos: la comida. Sin este elemento, las almas no tendrían fuerzas para poder regresar a la Tierra de los Muertos.

La comida se hace presente en todas sus formas y cantidades: mole, tamales, pozole, pan de muerto, calabaza en tacha, dulces, tacos, pulque, cerveza y todo aquello que el fiel difunto gustaba comer en vida. Todo es ofrendado con profundo respeto en el altar de muertos, prevaleciendo en este acto la memoria de aquella persona que ya no se encuentra aquí, en este plano. Sin duda alguna la comida, desde mucho tiempo atrás, ha servido no solo de alimento para el cuerpo como parte de sus necesidades fisiológicas primarias, sino que alimenta también el alma, tanto de vivos como muertos.

Embed from Getty Images

La comida es colocada en el montaje de las ofrendas y los altares, en donde también se colocan otros elementos importantes que han sido adaptados y tropicalizados de acuerdo a las costumbres de cada rincón del país: el agua, la sal, las velas, las flores de cempasúchil y flores de terciopelo (celosias), el copal, las imágenes religiosas, las calaveritas de azúcar y las fotografías de los difuntos. La comida mexicana, en teoría, es la que debe ser incluida en el el altar, pero considerando que en este debe incluirse los alimentos preferidos de la persona cuando vivía, puede integrarse elementos no comunes en la cocina tradicional: pasta, hotcakes, Coca-Cola, cervezas y muchos otros platillos no típicos en nuestra gastronomía.

Embed from Getty Images

Dentro de la cultura popular mexicana se cuenta que la comida puesta en los altares pierde su esencia y su sabor, ya que las almas que han recorrido un largo camino desde la tierra de los muertos hasta esta dimensión, se han llevado consigo los aromas y los sabores al ser el único elemento de los alimentos que pueden consumir, dando como resultado platillos insípidos que tienen que ser ingeridos por los familiares y demás personas con quien se desee compartir las ofrendas del altar.

En México celebramos la muerte y creemos que esta solo es un paso en la vida inmortal del alma, pues sin muerte no existe vida; es un proceso cíclico, natural y sagrado. Estos dos días serán para celebrar la vida y a los que perdimos y volveremos a ver, con la esperanza de que por tan solo un momento recuerden lo delicioso que fue estar vivo.

Total
0
Shares

Deja un comentario

Previous Article

De brujas a cocineras: La Magia de la Cocina

Next Article

Deleite en Playa Bonfil: 7° Festival del Pescado a la Talla

Related Posts