El erotismo y la comida son dos temas históricamente inherentes, se atraen mutuamente y coquetean cada cierto tiempo, de vez en cuando comulgan y resultan productos excepcionales que conmocionan la época en la que nacieron. Nadie puede olvidar los huevos hervidos en El Imperio de los Sentidos (1976, Nagisa Ōshima) o la escena de sexo en la bodega de los quesos y embutidos en El Cocinero, el ladrón, su esposa y su amante (1986, Peter Greenaway).
Desde el canónico “Fruto Prohibido” del Antiguo Testamento o más recientemente al yónico trabajo de la artista Stephanie Sarley, y sus videos de frutos que simulan vaginas y masturbación, son referentes en el arte que nos seducen constantemente ante el propósito de los vegetales, sus formas y aromas sugestivos. Así es como esta relación se hace presente en el trabajo de Federico Giménez y su proyecto fotográfico Eat A Guy.
Fotografía: Eat a Guy
Eat a Guy es una serie de fotografías en las que un hombre desnudo, al más puro estilo estauesque del arte grecolatino, interactúa con comida mexicana o un alimento fálico que nos guiña el ojo. En ellas encontramos la diversidad de la gastronomía nacional de la mano de un hombre sexy que nos invita a observarlo.
Fotografía: Eat a Guy
Federico es periodista gastronómico desde hace 10 años, es gay, VIH positivo y creó Eat a Guy para salirse de la rutina de su quehacer periodístico y divertirse con la creación estas imágenes a partir de la exploración del cuerpo masculino, a través de toda su gama de colores y formas. Sus modelos forman parte de su círculo cercano de amigos, más otros que él a buscado y otros pocos curiosos que se han ofrecido para ser sus modelos.
Fotografía: Eat a Guy
Recientemente la cuenta Instagram del proyecto fue golpeada por los mojigatos lineamientos de censura de la plataforma, sin embargo la cuenta ya está de vuelta y, que aunque su autor no está de acuerdo con ellos, considera que la importancia de esta plataforma para la difusión de trabajo fotográfico no puede ser desdeñada.
Fotografía: Eat a Guy
Aquí haz podido ver solo fragmentos de las fotografías, pero puedes disfrutar de ellas en toda la EXTENSIÓN de la palabra en twitter o bien si eres mesurado con lo picoso y no le entras de lleno puedes ver las versiones censuradas en su cuenta de instagram. Provechito.