“No hay plazo que no llegue, ni fecha que no se cumpla” y hoy toca “cumplir” con los tamales… Cuando ya estábamos empezando el año con el propósito de bajarle unos kilitos al a báscula: llega el día de La Candelaría.
Todos los que encontraron “muñequito” en la rosca, estaban comprometidos a invitar los tamales para festejar éste día y de engorda oficial en México.
El día de la Candelaria es una tradición religiosa con referente en España. En ésta fecha se conmemora la presentación del niño Jesús en el templo de Jerusalén. Se eligió la fecha en honor a la Virgen de la Candelaria por su aparición en Tenerife (Islas Canarias) al sur oeste de España, a principios del siglo XV.
Como muchas celebraciones religiosas, tiene su referente en España, pero también nuestros antepasados conmemoraban el primer día del año azteca en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl, de ahí la adaptación a nuestra cultura en donde los tamales se hicieron presentes y por ello le agradecemos infinitamente a Tláloc o al Niño Dios por igual.
En nuestro estado los principales municipios que celebran ésta fecha son: Xochistlahuaca, Ayutla, Tecoanapa, Atlixtac, Xocoapa, Chilapa, Tlacoapa, Zitlala, Ixcateopan, Quechultenango, Apaxtla, Coyuca, Zumpango y Tlapa en donde desde el 28 de enero incluso, hay fiestas patronales llenas de danzas, música y mayordomías.
El tamal viene del Náhuatl “tamalli” (que significa envuelto) y se dice que somos el país con más variedad de tamales en el mundo. En México existen más de 500 tipos y Guerrero es uno de los estados que más incluye éste maravilloso platillo en el menú: rojos, verdes preparados con carne de pollo o puerco. También el “tamal nejo” es muy popular en la Costa Chica, es preparado con ceniza y sirve como acompañamiento del mole. También existen los tamales dulces hechos con elote, canela, ciruela o calabaza.
Como siempre, la comida se convierte en un motivo de unión, alegría y convivencia con los amigos o seres queridos, así que no dejemos pasar la fecha por desapercibida y disfrutemos un rico tamal con un atole de piña para acompañar.
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