Cuando pagamos por comer fuera de casa lo último que esperamos es recibir una mala atención o preocuparnos por levantar los trastes sucios de la mesa. ¿Cuantas veces nos ha pasado que al llegar al lugar pasan siglos sin que nadie se acerque para darnos de la bienvenida o siquiera para ofrecer la carta de bebidas?
Gozar de los sagrados alimentos dependerá de muchos factores que no sólo tienen que ver con lo sofisticado y moderno que pueda ser un lugar. La higiene, el menú, promociones y ubicación son buenos elementos pero sin una buena atención cualquier restaurante está destinado al fracaso.
Preocuparse por tener personal bien capacitado es una de las primeras funciones del gerente, dueño o el encargado del lugar. Éste debe generar una buena comunicación con todo el personal pues es el director de la orquesta que transformará los alimentos en la cocina y al mismo tiempo de la que estará frente al cliente (los meseros).
Nada es más triste que un mesero que no sabe cual es la especialidad de la casa o nos pide un “momentito” para correr a la cocina a checar si aún queda guacamole disponible. Ese “déjeme lo checo” o “es que se nos acabó el jitomate” no ayudan mucho a brindar un buen servicio. Si la compra del día se acabó o algún ingrediente falta, ésto debe ser informado por el mesero justo a la llegada del cliente, solicitando una disculpa y evitando una molestia mayor.
Las quejas siempre están a la orden del día en un restaurante. Alguna falla técnica en la cocina, el aire acondicionado no funciona o simplemente el mal humor del cliente hace que la tensión se eleve y éste pierda la paciencia para comprender que un platillo ya tardó más de 40 minutos en la cocina (Y es que no hay muchas cosas que no hay que comprender en éstos casos), como sea, es importante saber cómo manejar las quejas y evitar que un cliente se vaya molesto a casa.
Claro que hay lugares que te dejan recordándolos tan solo por la buena atención desde que te abren la puerta y te acercan un perchero para colgar tu bolsa (en caso de que uses). Cuando el mesero llega sonriente y te dice “que bueno que nos visita nuevamente Sr. Ramírez” o si sabe cual es tu postre favorito y te sugiere la especialidad de la casa. Son pequeños detalles que se traducen en grandes experiencias y generan esa promoción de boca en boca que tanto bien le hacen a la reputación de cualquier lugar.
Las redes sociales juegan un papel muy importante en éste punto ya que el cliente tiene a la mano la capacidad de de compartir su experiencia y su opinión a cerca del servicio de un lugar y sus comentarios serán tomados en cuenta por los futuros visitantes. Borrar comentarios negativos no es la mejor forma de combatirlos, por el contrario, ésta debe ser atendida con la mayor amabilidad posible.
Ya lo sabes, si estás al frente de un restaurante o trabajas en la operación de alguno, valdría la pena hacer una reflexión en si estás brindando tu mejor servicio. Si eres un cliente aprecia la buena atención que te brindan en tus lugares favoritos y comparte tus experiencias con nosotros.
Me encantó el artículo felicidades soy fan #1
Saludos Frncisco!
Saludos 🙂