Cuando éramos pequeños, no faltaba la típica frase “¿ya comiste hijo?” al llegar a la casa de nuestras abuelas y que el contestar con un “no”, era el motivo perfecto para que ellas empezaran a prepararte algo en especial para ti o simplemente servirte de lo que ya habían hecho.
Al sentarte en la mesa y probar el primer bocado de esa comida tan especial que habían preparado nuestras abuelas, sólo podrías pensar que era de las más únicas y especiales de todo el mundo.
Llena de sabores, olores y texturas que brindaban a nuestro paladar, un festín como ningún otro, el cual podrías comer día tras día sin aburrirte y que no se comparaba a ninguna otra comida que ofrecieran restaurantes de tan alta categoría.
Tal vez en la actualidad, te encuentres lejos de tus abuelos o por desgracia, ellos se adelantaran en el camino, pero eso no debe de impedir que los recuerdos de sus guisos más exquisitos, te transporten a las memorias más especiales de tu trayecto en esta vida.
Hoy en el día de los abuelos, honra y recuerda aquellos guisos que ellos te preparaban o que tal vez te siguen preparando, cada que los visitas. Honra aquel manjar, aquella comida que a pesar de que pasen los años, la seguimos considerando como la preferida de todos.
Feliz día de los abuelos y recuerda
“La comida siempre nos llevará a los lugares y recuerdos mágicos de nuestra historia de vida”