La comida picante está ganando cada vez más adeptos en todo el mundo debido a su sabor y a sus beneficios. Algunos estudios señalan que la capsaicina, uno de los principales componentes del picante, aumenta el gasto energético, acelera el metabolismo, ayuda a perder peso y aumenta la sensación de saciedad.
También tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a disminuir la inflamación de las arterias. Además, las personas con hipertensión pueden sustituir la sal por el picante y en las personas con diabetes ayuda a mantener estables los niveles de insulina. El picante también favorece la liberación de endorfinas y serotonina, con el consiguiente efecto positivo sobre el ánimo. También se ha demostrado que este componente puede actuar sobre las células cancerosas, ayudando a combatirlas y a reparar un poco los tejidos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la comida picante debe tomarse con moderación. Su abuso puede provocar daños como acidez o irritación, especialmente en personas con problemas digestivos como úlceras, reflujo gastroesofágico y hemorroides. Por lo tanto, no se recomienda para estos grupos de personas. Algunos estudios realizados en la población asiática, con un consumo mucho más elevado que en occidente, han apuntado un posible aumento del riesgo de cáncer de estómago.
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“Los alimentos picantes tienen muchos beneficios, pero si una persona tiene el estómago delicado, debe tomarlos con precaución”. Es la conclusión de Guadalupe Blay, responsable del Grupo de trabajo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). “Si hablamos de población sana, su consumo es recomendable, principalmente lo aconsejamos para disminuir la ingesta tan excesiva que hacemos con la sal”, apunta Patricia Yárnoz, nutricionista de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).
Los alimentos picantes no son recomendables para personas con problemas digestivos, pero si una persona tiene el estómago sano, puede comerlos sin problemas. Además, los especialistas recomiendan el picante para disminuir la ingesta de sal, lo que es especialmente beneficioso para los hipertensos. En definitiva, la comida picante es saludable siempre que se tome con moderación y se tenga en cuenta la salud del estómago de cada persona.