Desde muy pequeños, nuestros primeros acercamientos hacia el increíble y delicioso mundo de la comida, fueron a través de nuestras madres, quienes participan como pieza clave, en el descubrimiento de sabores, texturas y hasta olores en todo alimento.
Conforme vamos creciendo, nuestras madres nos introducen a la cocina, un lugar que puede ser muy temido, pero de donde salen las más deliciosas recetas hechas con el sazón característico de nuestras mamás.
La importancia de las madres en la cocina de todas las familias es fundamental, pues a través de ellas, la generación de sus hijos y nietos, irán aprendiendo todo sobre su sazón y métodos de preparación, aunque no sea el mismo.
Mamá es la jefa dentro de la cocina y los demás a su alrededor, soy fervientes admiradores que buscan igualar sus tácticas para cocinar y así cuando emprendan el camino de la independencia, conocer quizá no del todo, el increíble mundo de la cocina.
Muchos chefs, tantos nacionales como internacionales, han declarado que su gusto por el mundo gastronómico y la cocina en general surge desde ver a sus queridas madres, preparando distintos alimentos para ellos o para la demás familia.
Otras personas afirman que su gusto por la cocina nace gracias a las recetas que les heredaron sus madres, para que ahora ellos se las preparen a su familia y tengan un buen rato en armonía.
Así es como la importancia de las madres en la cocina, se ve reflejada en cada una de estas pequeñas situaciones, las mismas que hacen admirarlas más por su increíble talento de preparar las cosas más exquisitas del mundo.
Porque bien dicen que, como el sazón de nuestras mamá, no hay dos.