Después de presentar nuestro reporte de tendencias alimenticias para 2020 nos hemos dado a la tarea de buscar diferentes alternativas que existen de proteínas alternativas para la carne. En esta ocasión nos hemos encontrado con una proteína muy poco convencional en el mundo occidental, pero que en Asia forma parte de su dieta y es considerado un platillo gourment.
Las medusas, también llamadas aguamala o malaguas, son animales marinos de consistencia gelatinosa que en los últimos años se han vuelto un problema constante para las zonas costeras que enfrentan la sobrepoblación de esta especie, que además de ser bella para algunos o repugnante para otros, su picadura o el roce de sus tentáculos sobre la piel no es para nada agradable.
Ante la plaga que pueden representar estos aparentes indefensos seres marinos, ya que su sobrepoblación afecta a algunas especies de peces, pues la dieta de estos animales se basa en larvas y huevos de pescado, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), se ha puesto a la tarea desde inicios de la década pasada a fomentar el dicho que dice “lo que no mata, engorda”, promoviendo la única forma de controlar esta especia: comiéndola.
Y aunque esta idea pueda parecer descabellada o poco convencional, las medusas han estado presentes en la dieta de países asiáticos como China, Corea, Japón o Tailandia, los cuales llevan muchos años preparándolas y degustándolas en ensaladas, sopas, snacks e incluso generando la criaderos para consumo humano. España es uno de los pocos países occidentales que se ha aventurado a generar una solución viable al problema que presentan con las medusas, convirtiendo a sus ciudades del litoral mediterráneo en una ruta gastronómica donde se puede probar a este gelatinoso producto hecho de diferentes formas.
Cabe mencionar que no todas las medusas son comestibles, pues algunas contienen toxinas que son capaces hasta de generar la muerte en humanos, pero al menos las que son utilizadas dentro de la gastronomía asiática y mediterránea, son especies que cuentan con autorizaciones de la FAO para ser criadas, recolectadas, distribuidas y consumidas por seres humanos; las especies de medusa bola de cañón, moisaico, luna, nomura y la medusa del Mediterráneo son algunas de estas especies con un nivel toxicológico bajo que no compromete la salud de las personas.
Los chefs que se han atreviendo a experimentar y añadir a las medusas a su cocina e incluso a sus cartas de restaurantes hacen referencia que el sabor que poseen estas criaturas son a mar, a algas e incluso a un sabor parecido a los percebes o los ostiones; su textura es similar a la del cartílago de las manitas de cerdo. Es importante decir que los expertos de la cocina también hacen mención de que su sabor pueden variar de acuerdo a la preparación y los métodos que se puedan utilizar para prepararla, sin embargo, lo que sí concluyen es que su textura es inconfundible. Algo que es de reconocer de este animal marino es su composición, lo cual la vuelve en un alimento bajo en calorías y rico en colágeno, volviendo su consumo beneficioso para la piel.
En México, desde principios del 2000 la pesca de la medusa ‘bola de cañon’ se ha vuelto una actividad importante dentro de la pesquería en el país, motivada gracias a la demanda de los países asiáticos que aprecian a la medusa como un alimento gourmet, volviendo a los estados que tienen como costa al Golfo de California los extractores más activos de medusas en México, principalmente en Sonora, donde hasta el día de hoy se extrae casi la totalidad de la pesca de esta especie; tan sólo en 2019 se capturaron alrededor de 50,000 toneladas de medusas, sin embargo, su consumo como base de alimento se encuentra casi nulo dentro de los restaurantes y familias de este estado. No obstante, 2019 también fue un año en donde autoridades de la Universidad Tecnológica de San Luis Río Colorado lanzaron una campaña de promoción en conjunto con las organizaciones de pescadores de medusas para fomentar su consumo de manera local y también como una alternativa de solución a los problemas de alimentación en el país, al ser un producto barato y rico proteínas y colágeno. Así que no perdemos la esperanza de ver frecuentemente platillos a base de aguamalas en los menús de los restaurantes de México muy pronto.
Y tú, ¿te atreverías a comer medusa?