Expertos explican que algunos alimentos mejoran con el tiempo debido a las reacciones químicas que ocurren tras el cocinado, produciendo y liberando moléculas de sabor que pueden estar atrapadas dentro de las grasas o del almidón. Además, la forma en que saboreas la comida también puede influir en por qué algunas sobras saben mejor que otras. El recuerdo de que un plato estaba delicioso al momento de cocinar puede influir en cómo lo percibes tras recalentarlo.
Los platillos más apetecibles suelen ser guisos, estofados, sopas y aquellas recetas en las que condimentos y especias son protagonistas. Incluyendo ingredientes como pueden ser el ajo, la cebolla o el pimiento morrón, debido a que estos interactúan con las proteínas y almidones de los ingredientes, aumentado su exquisitez. Las grasas y los colágenos de la carne también son responsables de potenciar los sabores, ya que en el cocinado sueltan gelatina y colágeno.
Algunos de los alimentos que más vas a disfrutar al día siguiente son los ricos en proteína, las verduras con almidón como la papa y los vegetales crucíferos como pueden ser el brócoli o la coliflor. Sin embargo, las ensaladas o los alimentos fritos se vuelven poco apetecibles con el paso de las horas.
Para aprovechar nuestras deliciosas sobras sin los riesgos de una intoxicación, es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones. Antes de guardar la comida en el refrigerador, es necesario esperar a que se enfríe para no romper la cadena de frío. Si no se va a consumir un plato en los tres días siguientes a su cocinado, lo mejor es congelarlo, exceptuando siempre alimentos como el marisco, que debemos desechar pasado un día.
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A la hora de recalentar, es aconsejable optar por el horno o la freidora de aire, y en caso de que sea un plato líquido, olla o cazo. Si es posible, es mejor usar un recipiente hermético antes que un plato. Es recomendable refrigerar las sobras cuanto antes, tirarlas a la basura si tienen más de tres días y recalentarlas al menos a 70º de forma uniforme, huyendo de los microondas en la medida de lo posible.
En definitiva, nuestras sobras pueden ser una experiencia gastronómica que no debemos perdernos, pero es importante seguir las recomendaciones para poder disfrutarlas de forma segura y evitar riesgos innecesarios. Así que antes de tirar los restos de la cena a la basura, piénsalo dos veces y dale una segunda oportunidad a tus sobras.