Ellas se levantan desde las seis de la mañana para preparar los tamales rojos de cerdo, esa es la elección del día, ya terminaron las labores domésticas, hay que prepararse pues la hora de comer se acerca y pronto hay que recibir al marido y a los hijos cuando regresen de las actividades matutinas.
Así es la costumbre de las mujeres que viven en San Juan Totocintla, en el municipio de Mártir de Cuilapan, un poblado con tan sólo 2061 habitantes. Son ellas las que visten la cocina desde muy temprano para preparar el maíz y encender el la olla de los tamales preparados con la buena mano que las caracteriza para cocinar y que han heredado por generaciones. .
La manera ancestral de preparar la masa y las hojas de elote es un acto que se ha repetido desde que inició la historia de nuestra gastronomía mexicana. No olvidemos que ya es considerada patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO desde el 2010. Así que los tamales, como los tacos de birria, los frijolitos y el mole son en síntesis; un concepto que nos identifica como auténticos mexicanos, tal vez con algunas carencias, pero con mucho sazón!
*MG
Fotografia: Eric Miralrío Alvarado