La gastronomía, al igual que el arte, tiene la capacidad de provocar emociones y transportarnos a universos paralelos, y precisamente esto es lo que experimenté en mi reciente visita a “Tertulia”, un restaurante situado en el latido mismo del corazón de Costa Azul.
A tan sólo una cuadra de la emblemática glorieta de la iglesia, Tertulia se erige como un lugar del buen sabor, que desde la entrada nos sumerge en un ambiente relajado, sofisticado y sorprendentemente evocador.
Al arribar a Tertulia, se puede sentir la vivacidad del ambiente. La decisión de comer al aire libre, en la terraza que captura el ritmo y vida de Costa Azul, o en el salón, más íntimo y acogedor, ya es un dilema que nos invita a ser parte de la experiencia. El staff, capacitado meticulosamente, se acerca para introducirnos en la propuesta culinaria del día y sugerirnos las frescas y originales bebidas que han sido diseñadas para despertar y complacer al paladar más exigente.
Decidí iniciar mi experiencia con el Jugo Tropical, una mezcla de naranja, piña y mango que resulta ser un elixir de mucha energía. La naranja aporta su acidez clásica y reconfortante, mientras que la piña, con su punto tropical y dulce, se entrelaza con el sabor sedoso y carnosidad del mango. Es una bebida que encarna la esencia del paraíso que es Acapulco, siendo a la vez refrescante y nutritiva.
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La carta de desayunos de Tertulia es una abanico de opciones tradicionales y vanguardistas. Aunque me sedujeron las diversas opciones, como los chilaquiles, los molleres y los pancakes, elegí comenzar la experiencia con las Enchiladas Mineras. El aroma de la salsa tipo adobo en el que se bañan, es testimonio de la sofisticación y el detalle puesto en su elaboración. La pungencia de estas enchiladas, con ese picor moderado, las convierte en un deleite para quienes aman comenzar la jornada con sabores robustos. Y qué mejor forma de acompañarlas que con el café de la casa, un grano selecto de Oaxaca, con cuerpo y un bouquet que nos habla de tierras ricas y tradiciones ancestrales.
Las Enchiladas Mineras son, en sí mismas, una celebración de la autenticidad culinaria mexicana. Con una historia arraigada en las minas guanajuatenses de la época colonial, estas enchiladas han sido elevadas a un arte en Tertulia. La preparación comienza con la selección de los ingredientes más frescos y auténticos, desde las tortillas hasta los chiles utilizados en la salsa. Esta salsa, elaborada con esmero, es el secreto detrás de su sabor distintivo. Un equilibrio perfecto de especias y umami, esta salsa tipo adobo es la columna vertebral que sustenta todo el platillo.
El toque moderado de picante en las Enchiladas Mineras es una delicia para el paladar. No abruma ni tampoco molesta, invitándonos a saborear cada mordisco con deleite. Para aquellos que aprecian una experiencia refrescante y ácida para acompañar las Enchiladas Mineras, la Limonada de Frutos Rojos es una elección ideal. Esta bebida combina la frescura cítrica del limón con la dulzura y el toque ácido de los frutos rojos, creando una explosión de sabores que se entrelazan en el paladar. La acidez del limón corta la untuosidad de las enchiladas, preparando el paladar para el próximo bocado. Es un acompañamiento que no solo refresca, sino que también realza la complejidad de los sabores.
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Otro de los platillos que vale la pena probar de su menú son los Huevos Benedictinos. Estos huevos, cocidos con la técnica de pochado, son un verdadero manjar. A pesar de que esta forma de presentar los huevos puede ser polarizante (sobre todo a quienes el sabor de la yema pueda causarles conflicto), los Huevos Benedictinos de Tertulia son algo que todos deben probar, independientemente de sus preferencias personales. La magia de este platillo radica en su ejecución impecable y su salsa holandesa extraordinaria.
Los Huevos Benedictinos son una obra maestra de la cocina en sí. El arte de cocinar los huevos a baja temperatura permite que la yema quede sedosa y tierna, lo que crea una experiencia sensorial única. Cada bocado es una detonación de sabor, con la yema que se funde con la salsa holandesa, misma que con su textura cremosa y su sabor rico y untuoso se derrama sobre el huevo para darle un sabor que borra todo rastro de lo que usualmente conocemos del huevo, para transformarlo en algo mucho más agradable y apetecible; es toda una madeja delicada de sabores que nos permiten empujar a nuestro paladar a reconocer nuevas experiencias.
Si lo que se busca son opciones más saludables y menos pesadas para el desayuno, los Toast Saludables son una elección acertada. Estos tostados son un testimonio de la versatilidad de Tertulia, que ofrece opciones para todos los gustos y necesidades más ligeras. Los Toast Saludables están hechos con aguacate, espinaca y jitomate, ingredientes frescos que se colocan sobre un pan de textura crujiente.
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Lo que distingue a los Toast Saludables de Tertulia es la posibilidad de personalizarlos con proteínas adicionales a elección de cada comensal. En mi visita, opté por el salmón ahumado, un manjar que lleva la frescura del mar y el agua dulce directamente a la mesa. Lo notable de este plato es que el salmón es curado por el equipo de cocina de Tertulia, asegurando su frescura y calidad en su totalidad.
Además, son una opción ideal para aquellos que buscan un desayuno equilibrado y nutritivo. Son una fuente de carbohidratos, proteínas, verduras y grasas saludables, lo que los convierte en una opción completa para comenzar el día con energía. Además del salmón, Tertulia ofrece una variedad de proteínas a elegir como jamón, pollo, cecina, tocino, huevo y más.
Y para todos aquellos que buscan opciones dulces, el Pan Francés con Frutos Rojos es perfecto para satisfacer esos antojos de azúcar que a menudo surgen durante las mañanas. Este platillo es una obra de arte en sí mismo, comenzando con un pan brioche hecho en casa que es un deleite para los sentidos. El pan brioche es de un tamaño generoso, con una textura suave y esponjosa que es consistente en el plato, pero que se deshace suavemente en la boca. Su sabor balanceado permite que los complementos se luzcan en todo su esplendor.
Los frutos rojos flambeados que bañan el pan francés aportan una explosión de sabor y color. Las frutas se caramelizan ligeramente, liberando sus jugos y aromas, creando un contraste delicioso con la dulzura del pan y el helado de café, un elemento del que vale la pena hacer énfasis, pues también se trata de una creación artesanal del equipo de cocina de Tertulia. Su sabor profundo, dulce y ligeramente amargo se complementa a la perfección con los demás elementos del Pan Francés.
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Asimismo, recomiendo acompañar este delicioso platillo con otra bebida de la carta de la barra de Tertulia. El cappuccino es una elección acertada, con su sabor intenso y profundo que se prepara con esmero en la barra del restaurante. Aunque se puede endulzar, recomiendo probarlo sin azúcar para apreciar la complejidad de sus notas y la textura cremosa de la leche. Es una experiencia sensorial que deja una impresión duradera y que se complementa de una manera muy especial con el dulzor del Pan Francés.
Visitar Tertulia es una experiencia que va más allá de la alimentación. Es un encuentro con el arte de la gastronomía, donde cada bocado es una obra maestra y cada sorbo una sinfonía de sabores que nos permiten contemplar la complejidad de sus platillos.
Tertulia no es solo un espacio perfecto del desayuno, sino que también abre sus puertas de miércoles a lunes, desde las 8:30 de la mañana hasta las 8 de la noche, para ofrecer a los comensales una experiencia culinaria que estimula los sentidos y alimenta el alma.
La visita a Tertulia es una invitación a vivir la vida a través de la comida, a explorar nuevos sabores y a disfrutar de la compañía de seres queridos en un entorno cálido y acogedor. Cada platillo es una obra maestra de la cocina, elaborada con pasión y dedicación, y cada bebida es un complemento perfecto para realzar los sabores. No importa si elige un desayuno, una comida o una cena. En Tertulia, cada momento es una oportunidad para crear recuerdos inolvidables, pues no es solo un lugar para comer; es un lugar para vivir y disfrutar.
