El Thai Food Festival por Banyan Tree Cabo Marqués constó de tres días consecutivos, del 7 al 9 de septiembre, en donde propios y extraños pudimos experimentar y conocer un poco de la cultura tailandesa, su folclor y su gastronomía. Desde nuestra llegada, se pudo sentir el ambiente hospitalario y acogedor de esta cultura lejana, tan representativos de Banyan Tree, pues fuimos recibidos con una degustación de té de limón, miel y jengibre, servidos en un bolsita de plástico con popote al puro estilo de las calles de Bangkok, logrando una combinación de sabores tan cercanos, pero a la vez no tan comunes en nuestro paladar: dulce, picante y ácido.
Para dar la bienvenida a todos los invitados, una bailarina interpretó La Danza de las Tejedoras, en la cual, con movimientos y posturas estructuradas en sus dedos, y movimientos lentos y delicados, nos contaban una historia y ofrecía pétalos de flores. Una vez terminada esta bella bienvenida, bajamos al jardín para sumergirnos en la experiencia de”Una noche en Bangkok”, en el que pudimos percibir todo tipo de aromas: hierbabuena, coco, carne asada, salsa de mango; y también, por otro lado, los dulces y cautivantes aromas exóticos de la aromaterapia característicos de Banyan Tree, en una estación compartida entre la tienda del spa y un grupo de tres jóvenes tailandesas que nos ofrecieron masajes relajantes de cuello y hombros… ¡Y vaya que tenían razón en decirnos que sus manos eran mágicas!
La fiesta comenzó cuando el sol cayó y la noche se hizo presente con los primeros destellos de Júpiter y Venus cayendo en el poniente. El montaje empezó a relucir y envolvernos en la magia oriental, invitándonos a evocar y sentir el estar caminando en las calles de la capital tailandesa. Al inaugurar el festival, fuimos deleitados nuevamente por dos bailarines tailandeses, en donde con su vestimenta tradicional y sus muy llamativos ornamentos dorados en sus manos, representaron la danza Rabam Sat Chatri.
Las estaciones de comida se abrieron poco después de finalizar las danzas, y a través de un viaje de sabores, pudimos oler la comida de Bangkok. Empezamos por las ensaladas: de mariscos , de res, de camarón con mango, de pollo, y nuestra favorita, la Yum Woon Sean, una deliciosa ensalada de papaya verde.
Una vez que porcionamos en nuestros platos las ensaladas que más nos gustaron, pasamos a la estación de rollos, para toparnos con rollos frescos, los cuales destacaban por su intenso y refrescante sabor a hierbabuena, mezclado con la exquisita salsa de tamarindo; y a un lado de estos rollos, se encontraban los rollos fritos, que bañados en una salsa de mango, hicieron de nuestros paladares una crujiente y deliciosa experiencia.
Valiendo la pena la espera de todos aquellos que no podían decidir qué manjar degustar, tomamos nuestros turnos para entrar a la estación de las sopas, donde encontramos tres sopas diferentes: sopa de fideos con res o cerdo, la tradicional y muy conocida Tom Yum (o sopa de camarón), y la favorita de la noche, la sopa de pollo con coco (Tom Kha Gai). Saliendo de esa estación nos invadió el aroma del carbón y las carnes asándose, para encontrarnos a las brochetas de camarón, los calamares y los cortes de carne escurriendo en su jugo. A continuación no podían faltar los currys, carnes a la plancha y pescados fritos.
Por si esto fuera poco, se incluyó una estación dulce que ofrecía a todos los comensales la fruta fresca, tapioca, el helado de piña y un delicioso y crocante crème brûlée de coco y un helado de piña que se podía servir con cacahuates tostados, piña y camote ahumados.
Antes de culminar todo se llevó a cabo la rifa entre los asistentes al festival en el cual se sortearon estancias en Banyan Tree Cabo Marqués, cenas en Saffron y La Nao, difusores de aceites esenciales y certificados para sesiones en el spa del hotel.
De esta edición del Thai Food Festival, nos llevamos inolvidables experiencias, desde los olores característicos de Bangkok y Banyan Tree, la música y la comida, hasta los masajes relajantes que nos hicieron sentir como nuevos; pero haremos hincapié en el dúo estrella de la noche: el Tom Khan Gai, y el crème brûlée de coco, quienes nos tomaron y nos llevaron al Nirvana de ida y vuelta. Sin duda fue un completo éxito, al igual que sus siguientes días en los cuales se llevó a cabo la clase de cocina tradicional tailandesa a cargo de las chef Renu Homsombat y Chitchom Chansong, quienes dieron a conocer los secretos que esconde esta delicada y exótica gastronomía; al igual que las Noches de Realeza en Tailandia, evento donde quienes tuvieron la oportunidad de asistir, pudieron conocer el magnífico y exclusivo menú del lanzamiento de nuevos platillos de Saffron, restaurante insignia de la propiedad en Cabo Marqués.
Nos encontramos encantados con la experiencia del festival, y esperamos ansiosos su segunda edición, del que estamos completamente seguros que será también todo un éxito.